Arthur Bishop (Jason Statham), un asesino a sueldo metódico y despiadado, opera bajo un estricto código de ética letal. Su precisión y eficiencia lo han convertido en uno de los mejores en el negocio, dejando tras de sí una estela de eliminaciones impecables. Sin embargo, su mundo se ve trastocado cuando su mentor y amigo Harry (Donald Sutherland) es brutalmente asesinado.
Atormentado por la culpa y buscando redención, Bishop decide tomar bajo su tutela a Steve (Ben Foster), el impulsivo e inexperto hijo de Harry, consumido por la sed de venganza contra los responsables de la muerte de su padre.
A regañadientes, Bishop acepta entrenar a Steve en el arte mortal del asesinato, inculcándole las habilidades y la disciplina necesarias para convertirse en un asesino profesional. Sin embargo, Bishop pronto descubre que Steve no solo carece de la experiencia necesaria, sino que también alberga un lado oscuro que lo impulsa a actuar por sus propios motivos.
A medida que Bishop y Steve se embarcan en una serie de misiones peligrosas, la tensión entre ellos aumenta. Bishop se ve obligado a cuestionar sus propios principios mientras lucha por contener la ira y la impulsividad de Steve. Las mentiras, los engaños y las traiciones amenazan con desmoronar su alianza y convertirlos en enemigos acérrimos.
En medio de un juego mortal de gato y ratón, Bishop se enfrenta a la difícil tarea de proteger a Steve de sí mismo, mientras que al mismo tiempo busca vengar la muerte de Harry y mantener su propio código de honor intacto. La película explora temas de lealtad, traición, redención y la búsqueda de la justicia en un mundo donde la muerte es la moneda de cambio.