Riley, ahora se enfrenta a los desafíos de la adolescencia. Su mundo interior, la Central de Emociones, también experimenta una transformación radical. Alegría, Tristeza, Ira, Miedo y Asco, nuestras emociones conocidas, deben adaptarse a un nuevo escenario: la llegada de emociones más complejas y propias de la edad adolescente.
Ansiedad, con su energía frenética y sus «qué pasaría si…», se convierte en una fuerza disruptiva en la Central. Vergüenza, con su rostro enrojecido y su mirada hacia el suelo, añade una capa de autoconciencia a la vida de Riley. Envidia, con su mirada fija en los demás y su deseo de tener lo que otros poseen, pone a prueba la amistad y la felicidad de Riley. Y Ennui, con su aburrimiento constante y su falta de motivación, desafía a Alegría a encontrar nuevas fuentes de alegría.
Esta nueva dinámica emocional crea caos y confusión en la mente de Riley. Las emociones antiguas y nuevas chocan, generando conflictos internos y externos. Alegría, como siempre, intenta mantener el equilibrio y la felicidad de Riley, pero se encuentra abrumada por la complejidad de las nuevas emociones.
A medida que Riley navega por los altibajos de la adolescencia, las emociones deben aprender a trabajar juntas para ayudarla a enfrentar los desafíos de crecer. La película explora temas como la identidad, la amistad, el amor propio y la aceptación de uno mismo.