
Jill Parrish, interpretada por Amanda Seyfried, es una joven que lucha por superar el trauma de un pasado oscuro. Años atrás, fue secuestrada por un peligroso asesino en serie y, milagrosamente, logró escapar. Sin embargo, las secuelas de esa experiencia la persiguen y la hacen vivir con un constante miedo a que el pasado vuelva a atormentarla.
Al regresar a casa una noche, Jill descubre con horror que su hermana, Molly, ha desaparecido sin dejar rastro. Convencida de que el mismo hombre que la secuestró a ella es el responsable de esta nueva desaparición, Jill se enfrenta a una aterradora realidad: el tiempo se agota y cada minuto que pasa disminuye las posibilidades de encontrar a Molly con vida.
A pesar de sus instantes premoniciones y de las evidentes similitudes entre ambos casos, la policía se muestra escéptica y reacia a tomar en serio las sospechas de Jill. Traumatizada y desesperada, Jill se ve obligada a tomar el asunto en sus propias manos. Armadas únicamente con su intuición y sus conocimientos sobre el modus operandi del asesino, Jill inicia una peligrosa búsqueda para encontrar a su hermana antes de que sea demasiado tarde.
A medida que Jill se adentra en una investigación cada vez más compleja, se enfrenta a una serie de obstáculos que ponen a prueba su fuerza física y mental. La presión del tiempo, la desconfianza de las autoridades y la creciente sensación de estar siendo perseguida la llevan al límite. Sin embargo, Jill no se rendirá hasta encontrar a su hermana y llevar ante la justicia al hombre que ha destrozado su vida.